Histórico discurso del primer ministro húngaro Viktor Orbán

"¿Seguirá siendo Europa la tierra de los europeos?"

"El reto en las próximas décadas es si Europa seguirá perteneciendo a los europeos. Si Hungría seguirá siendo la tierra de los húngaros, si Alemania seguirá siendo la tierra de los alemanes, si Francia seguirá siendo la tierra de los franceses, si Italia seguirá siendo la tierra de los italianos."

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“Hace 27 años, pensamos que nuestro futuro era Europa. En la actualidad, somos el futuro de Europa”, dijo esta mañana el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, durante la 28ª edición de la Escuela de Verano Tusnádfürdő (en Transilvania).

En su discurso anual, Orbán manifestó que las elecciones parlamentarias que se celebrarán la próxima primavera en su país tendrán una importante dimensión europea. “Lo que suceda en Hungría tendrá importantes implicaciones para el conjunto de Europa, porque hoy una Hungría fuerte juega un papel decisivo en la batalla para evitar la descristianización de Europa”, señaló.

El primer ministro húngaro saludó también el reciente discurso de Donald Trump en Varsovia, del que citó los siguientes pasajes: “Nuestro combate por Occidente no empieza en los campos de batalla, sino en nuestra cabeza, con nuestra voluntad y nuestro espíritu. Nuestra libertad, nuestra civilización y nuestra preservación dependen de los vínculos entre la historia, la cultura y la memoria […]. Combatamos, pues, como los polacos, por la familia, por la libertad, por el país y por Dios”. Después de lo cual, Orbán concluyó: “Estas palabras no se habrían podido pronuncia en sitio alguno del mundo occidental hace todavía dos años”.

Orbán consideró asimismo que un país fuerte no puede permitirse un declive demográfico. “Los países más fuertes son aquellos que son capaces de mantenerse biológicamente. Para que Hungría tenga futuro tiene que mantener una tasa de fecundidad de 2,1 hijos por familia”.

Subrayó que un Estado fuerte necesita una buena seguridad, incluida la protección de sus fronteras y la lucha contra el terrorismo, así como “el mantenimiento de un fuerte sentido de identidad cultural”. En contraste con estos principios, apuntó a Europa, víctima a su juicio de un cambio cultural y demográfico de imprevisibles consecuencias.

“La inmigración no traerá ninguna solución a los problemas económicos. Tratar de remediar la escasez de mano de obra mediante la importación de inmigrantes es como si en medio de un naufragio te pones a consumir agua del mar. Es también agua, pero el problema no hará sino aumentar”, sostuvo el primer ministro húngaro.

En este punto, quiso mostrarse “muy franco” sobre los retos ante la integración de un gran número de inmigrantes musulmanes en nuestra cultura cristiana. “No podemos mantener nuestros ideales solidarios en nuestras naciones cuando existen grupos étnicos que pretenden modificar la cultura europea. No podemos mantener nuestros ideales en medio de colectivos que se oponen a la existencia y la cultura de Europa, porque el resultado final será catastrófico”, enfatizó Orbán.

“El reto en las próximas décadas es si Europa seguirá perteneciendo a los europeos. Si Hungría seguirá siendo la tierra de los húngaros, si Alemania seguirá siendo la tierra de los alemanes, si Francia seguirá siendo la tierra de los franceses, si Italia seguirá siendo la tierra de los italianos”, añadió el líder magiar, criticando en este sentido a “los burócratas europeos y del imperio mundialista de George Soros” al oponerse a “la voluntad de las naciones”.

“Hoy, los intereses de George Soros están mejor representados en Bruselas y Washington, DC que en Tel Aviv”, espetó Orbán, quien rechazó que las críticas al financiero judío de origen húngaro formen parte de teorías conspirativas. “Existe un plan de Soros, que él mismo ha escrito”.

Según Orbán, dicho plan consistiría en trasladar a un millón de inmigrantes al territorio de la Unión Europea. “A su llegada deben recibir 15.000 millones de euros manteniendo así el efecto de succión. Esta cantidad es mayor que la renta media anual de los húngaros. Soros pretende que los inmigrantes sean distribuidos por todos los países de la Unión Europea. Proteger nuestras fronteras europeas frente a la entrada de ilegales nos ha supuesto un gran esfuerzo económico. Europa ha asumido una pequeña parte de ese costo. Hoy Alemania está al borde de la quiebra, así que no nos hablen más de la falta de solidaridad de Hungría”, señaló. “Si Europa quiere seguir siendo viable, debe recuperar su soberanía y liberarse del ‘imperio Soros’,” remachó.

Al mismo tiempo que defendió la necesidad de defender los derechos de los húngaros establecidos fuera de la actual Hungría, Orbán abogó por una reforma de la Comisión Europea y por la necesidad de volver a “la forma prescrita por los tratados constituyentes”. “Las Naciones Unidas deben proteger las fronteras de Europa. Una vez hecho esto, los inmigrantes deben ser rechazados del territorio de la UE. Esto puede sonar duro, pero los que han entrado ilegalmente en Europa deben ser expulsados. Europa no puede seguir siendo un continente desprotegido”, proclamó el primer ministro de Hungría.

También consideró prioritario que la Unión Europea “recupere su competitividad”, con objeto de garantizar la paz, y se abra a los Estados balcánicos (a Serbia, en particular) resolviendo sus “problemas externos” con Rusia y Turquía”. Orbán no cree, sin embargo, que los actuales líderes europeos sepan estar a la altura de ese desafío.

“Esto no va a ser sencillo. En la Europa de hoy, los partidos cristianos han sido descristianizados y temen oponerse al proyecto axiológico de los intelectuales liberales. En cuanto a los socialdemócratas, han dejado de ser socialdemócratas y han renunciado a la idea de defender a los trabajadores nacionales. Lo que defienden hoy son los intereses económicos del neoliberalismo”, denunció el presidente húngaro.

Según Orbán, existe un plan para poner el territorio europeo en manos de una población cosmopolita predominantemente musulmana. “El éxito de este plan requiere una Europa descristianizada, gobiernos burocráticos y sin alma”, advirtió.

Por todo ello, el mandatario insistió en la importancia de las próximas elecciones parlamentarias húngaras para todo el conjunto europeo. Recordó en este sentido que Hungría, con la ayuda de los demás países del Grupo de Visegrad (constituido  por Polonia, Chequia, Eslovaquia y Hungría) fue quien cortó el corredor migratorio que pasa a través de los Balcanes occidentales. “Los partidos de la oposición húngara claramente han prometido acabar con la barrera de protección de esta frontera y ceder más competencias nacionales a Bruselas. Mientras yo soy el primer ministro, la barrera se mantendrá en su lugar. Vamos a proteger Hungría y Europa”, proclamó.

“Somos el principal obstáculo para la realización del plan de Soros”, dijo Orbán, insistiendo que el principal obstáculo al que deberá enfrentarse no son los partidos de la oposición de su país. “Nosotros, en primer lugar, tendremos que medirnos con la ‘red Soros’, los eurócratas de Bruselas y sus medios de comunicación. Conocemos sus tácticas, basadas en el chantaje financiero y el periodismo mercenario”.

Por último, Orbán advirtió que “hay mucho en juego, no sólo en el ámbito nacional, sino también a nivel europeo”. “Hace 27 años, pensamos que nuestro futuro era Europa. Hoy somos el futuro de Europa”, concluyó el estadista húngaro.

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