El siglo XX terminó en noviembre de 1989 con la caída del muro de Berlín. El siglo XXI, extraoficialmente, se inició en 1993, con la primera difusión en gran escala de Internet. No hay duda: la llegada de la "Red global" anuncia una época sin precedentes: la Era de la Red. Internet es una red cuya circunferencia es ilimitada y cuyo centro es la nada. Este medio descentralizado, interactivo, horizontal, que se conecta a sus usuarios a la velocidad de los electrones, establece una especie de cerebro planetario cuyas neuronas son los individuos conectados. Millones de personas ya han entrado en esta sociedad de comunicación global, que supera fácilmente las fronteras y los controles. Cada mes, un millón de nuevos "contactos" se unen a este sistema. En las "info-autopistas", donde la escritura, el sonido y la mezcla de imágenes se convierten en un lenguaje numérico único, un nuevo mundo se está levantando, un "mundo cibernético", poblado por "ciber-ciudadanos". Ni los gobiernos ni los políticos hasta ahora han entendido la medida exacta y las consecuencias de este fenómeno.
La Era de las Redes
No hay duda: la llegada de la "Red global" anuncia una época sin precedentes: la Era de la Red. Internet es una red cuya circunferencia es ilimitada y cuyo centro es la nada.
El siglo XX terminó en noviembre de 1989 con la caída del muro de Berlín. El siglo XXI, extraoficialmente, se inició en 1993, con la primera difusión en gran escala de Internet. No hay duda: la llegada de la "Red global" anuncia una época sin precedentes: la Era de la Red. Internet es una red cuya circunferencia es ilimitada y cuyo centro es la nada. Este medio descentralizado, interactivo, horizontal, que se conecta a sus usuarios a la velocidad de los electrones, establece una especie de cerebro planetario cuyas neuronas son los individuos conectados. Millones de personas ya han entrado en esta sociedad de comunicación global, que supera fácilmente las fronteras y los controles. Cada mes, un millón de nuevos "contactos" se unen a este sistema. En las "info-autopistas", donde la escritura, el sonido y la mezcla de imágenes se convierten en un lenguaje numérico único, un nuevo mundo se está levantando, un "mundo cibernético", poblado por "ciber-ciudadanos". Ni los gobiernos ni los políticos hasta ahora han entendido la medida exacta y las consecuencias de este fenómeno.
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