Un periodista español descubre los entresijos de la crisis mundial

¿Por qué quebró Lehman Brothers? ¿Banca "wasp" contra banca judía o demócratas contra republicanos?

En septiembre de 2008, quebró Lehman Brothers, el banco de inversión más antiguo del mundo. Su hundimiento produjo auténtico pavor en las bolsas, la banca y los inversores de todo el mundo. Fue una de las pruebas de que la crisis financiera era descomunal. Carlos Salas, colaborador de ElManifiesto.com, acaba de publicar del libro "La crisis explicada a sus víctimas" (Áltera), donde, entre muchas otras cosas, revela algunos entresijos de esa quiebra, como la rivalidad entre la banca judía y la banca "wasp" (anglosajona, blanca y protestante) en Estados Unidos.

Compartir en:

Sin duda era el banco de inversión con más solera de Estados Unidos, con 158 años de historia, y eso podría haber sido un motivo fundado para que otros bancos salieran a su rescate. Pero todos le dieron la espalda. La razón estribaba en que había asumido muchos riesgos. Algunos empleados de Lehman afirman que esa caída tuvo otros motivos, como que Lehman “era un banco judío”. De ser verdad, significaría que la vieja rivalidad entre las instituciones wasp y las jewish todavía no había acabado en Wall Street. ¿Es que había una forma wasp de hacer negocios y otra judía? 

Hace muchos años, el periodista James Stewart lo había planteado en su libro Den of thieves [La cueva de los ladrones]. Explicaba que durante mucho tiempo había existido una preponderancia de firmas wasp como Morgan Stanley, brazo de la banca protestante J. P. Morgan, así como First Boston, Dillon Read, Kidder Peabody y, por supuesto, Merrill Lynch. Todas ellas muy conservadoras. Hasta que las firmas judías, más aventureras, más arriesgadas y más imaginativas, comenzaron a escalar puestos en Wall Street y así aparecieron Lehman, Goldman Sachs, Kuhn Loeb, Salomon Brothers… y su tropel de financieros dispuestos a llevar al límite a los mercados y a aceptar los riesgos más inimaginables con productos innovadores.
Esa aparente batalla religiosa ya se había dado por desinflada en los años ochenta, cuando las firmas wasp copiaron el modelo judío, que era el que más éxito había tenido, y nombraron a judíos para llevar sus operaciones corporativas. Más bien, según los analistas, la caída de Lehman tiene que ver con dos cosas: con el momento político, ya que Lehman estaba vinculado a los demócratas, como el estafador (judío) George Madoff, y el gobierno de Bush era republicano, y la imprevisión del mismo gobierno norteamericano. Ése no pensaba que fuera a desatar un ciclón si la abandonaba a su suerte. El gobierno norteamericano estaba en la antesala de las elecciones presidenciales, que se celebraron en noviembre, y creyó conveniente no despertar la furia de los ciudadanos pues si inyectaban otra gigantesca suma de dinero en Lehman, la gente diría: “¿Más dinero para los ricos? Oh, no, eso sí que no”.
 
De lo que nadie duda es que la muerte y el despiece de Lehman (una parte fue a parar a Nomura y otra a Barclays, una vez se admitió la quiebra) marcó un día importante en el calendario de 2008.
(Si está interesado en saber más, leyendo los primeros capítulos del libro de Carlos Salas, pulse aquí.)

Todos los artículos de El Manifiesto se pueden reproducir libremente siempre que se indique su procedencia.

Compartir en:

¿Te ha gustado el artículo?

Su publicación ha sido posible gracias a la contribución generosa de nuestros lectores. Súmate también a ellos. ¡Une tu voz a El Manifiesto! Tu contribución, por mínima que sea, dará alas a la libertad.

Quiero colaborar