"¡Contad los muertos!" reconstruye la batalla de Rocroi

Una novela sobre la primera derrota de los Tercios españoles

La Guerra de los Treinta Años arrasó Centroeuropa y consagró la división del continente entre los católicos y los protestantes. Contra los Habsburgo combatieron no sólo los suecos, los holandeses y los prusianos, sino la Francia que era la hija primogénita de la Iglesia, con tal de aplastar a la Casa de Austria. Fue en territorio francés, en la pequeña villa de Rocroi, donde los Tercios españoles sufrieron su primera derrota.

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La Guerra de los Treinta Años arrasó Centroeuropa y consagró la división del continente entre los católicos y los protestantes. Contra los Habsburgo combatieron no sólo los suecos, los holandeses y los prusianos, sino la Francia que era la hija primogénita de la Iglesia, con tal de aplastar a la Casa de Austria. Fue en territorio francés, en la pequeña villa de Rocroi, donde los Tercios españoles sufrieron su primera derrota.

A finales del siglo xv, España fue el primer país en Europa en muchas cosas: el primero en aplicar una reforma católica, el primero en expulsar a los invasores musulmanes y el primero en crear una estrategia y ejército superiores a todos los demás. Los Tercios se forjaron por obra del Gran Capitán, Gonzalo Fernández de Córdoba, en la reconquista de Granada. A partir de entonces, los tercios vencieron en todas las batallas en las que participaron en Italia, en Alemania, en Francia, en África, en Flandes, en las Azores… Y fueron uno de los pilares sobre los cuales la Casa de Habsburgo construyó su hegemonía en el continente.
 
La imbatibilidad de los Tercios se prolongó durante siglo y medio. Bastaba que los combatientes de una batalla supiesen que se iban a encontrar con Tercios del rey de España para que su ánimo flojease. Y la élite de esta fuerza de combate eran los Tercios formados y mandados por españoles. La primera derrota de esta magnífica infantería ocurrió en la pequeña villa de Rocroi, al norte de Francia y cerca de los Países Bajos españoles. Europa se desangraba debido a la Guerra de los Treinta Años (1618-1648); España había comenzado su decadencia y Francia pugnaba por ocupar su lugar.
 
Se cuenta que después de la batalla un oficial francés preguntó a un prisionero de cuántos hombres se componía el tercio en el que había combatido y el español se limitó a responder: “¡Contad los muertos!”. Los soldados que habían convertido la guerra en su vida aceptaban antes la muerte que la rendición.
 
 
Luis Felipe Ragel reconstruye en “¡Contad los muertos!” los dos días de mayo de 1643 que duró la batalla de Rocroi. Pasea al lector por las tiendas de los generales y de los soldados, por el campo de batalla y por las filas de los supervivientes: planes para gobernar un país o sobrevivir a la batalla, rencillas entre los generales y los soldados, entre la multitud de europeos al servicios del rey de España y los franceses… Una novela para conocer un momento que fue un jalón en el poder de Europa, cuando el león de España demostró que podía ser herido.
 
 
 

 

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